8 marzo 2004
Carta abierta de Pacho Cortés a la comunidad internacional por Andrés Cortés • Saturday January 31, 2004 at 12:29 AM libertadparapacho@hotmail.com (+591) 70661200 apartado aéreo 08887 La Paz, Bolivia
Las irregularidades durante la detención se agravaron. En la prisión de Chonchocoro han continuado las irregularidades y violaciones. El gobierno de Bolivia que me puso preso y me tendió el montaje acaba de salir bastante desprestigiado. Mi moral, mi fidelidad social y mi espíritu de lucha social siguen vigentes y en alto, y aunque mi cuerpo está en prisión, mi conciencia, mis principios sociales y mi ideología están en plena libertad. Por todo esto les propongo apoyarnos en la lucha por nuestra libertad y derecho a una defensa legítima.
Chonchocoro, enero de 2004 (Bolivia) Compañeras y compañeros,
Reciban mi saludo fraterno con la esperanza que se encuentren bien.
El próximo 10 de febrero estaré cumpliendo nueve meses de presidio, en una celda de dos por dos metros cuadrados, en un penal de máxima seguridad, a más de cuatro mil metros sobre el nivel del mar, con una temperatura entre los menos 10 y los 10 grados centígrados.
Por ahora sólo estamos imputados, la fiscalía boliviana se encuentra realizando las investigaciones y montajes necesarios para hacer la acusación oficial. Mientras tanto me encuentro en condiciones críticas, enfermo, preocupado, y lo peor de todo, lejos, ausente de mi tierra y de mi pueblo. Durante el gobierno de Sánchez de Lozada las determinaciones jurídicas estaban supeditadas a las necesidades políticas del Ejecutivo, situación que esperamos que ahora cambie, debido al giro histórico que está experimentando Bolivia tras el mes de octubre. Sin embargo, continuamos privados de la libertad, bajo condiciones infrahumanas, sufriendo nuestros problemas de salud además de las precarias situaciones que deben enfrentar nuestras familias tanto en lo económico como en lo social, cuando en Latinoamérica y el mundo entero se impone una estigmatización del trabajo de los dirigentes sociales y una persecusión a los defensores de derechos humanos.
Nuestra detención ocurrió el 10 de abril del 2003, con graves irregularidades, entre ellas, la hora del allanamiento, 6:30 de la mañana, cuando el horario establecido para estos procesos es otro, violando el derecho a la intimidad. Además la policía llegó encapuchada, vestida de diferente manera y con armas de todos los calibres, tanto así que pensamos que eran ladrones que se estaban entrando a robar la casa. Al llegar abrieron las puertas hacia el exterior, así mientras unos estaban permitiendo el ingreso de los medios de comunicación, otros estaban mandándonos de cabezas al suelo. Dos mujeres que estaban en la casa, menores de edad, las sacaron desnudas a los medios de comunicación, violando no sólo los derechos humanos sino la ley boliviana que prohibe exhibir a los menores detenidos a los medios de comunicación. Nos tuvieron unos quince minutos en el patio, medio desnudos, con un arma en la cabeza, una tortura terrible, sin dejarnos mirar qué estaba sucediendo. Finalmente nos sacan, mi compadre y su hija en un carro, Carmelo y yo en otro, a la otra mujer la dejan, la trasladan más tarde a la PTJ (Policía Técnica Judicial, policía investigativa).
Las irregularidades durante la detención se agravan con dos hechos. Por una parte, el acta que el Fiscal y la PTJ hacen está fabricada, sin nuestra presencia, sin nuestros abogados, sin nadie cercano a nosotros. Es un acta a su manera, firmada por los vecinos, incluida una mujer que hasta donde tengo entendido es la esposa de un policía. El hecho es de una gravedad inmensa porque esta acta dice que encontraron municiones, documentos de propaganda subversiva, que fuimos tratados excelentemente, sin golpe ni maltrato, firmada por gente que nosotros no conocemos, sin nuestra presencia, con el objeto de lograr que la policía descargue sus responsabilidades por las irregular